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SE CUMPLEN 104 AÑOS DEL NACIMIENTO DE ROALD DAHL, CREADOR DE 'MATILDA' O 'CHARLIE YBLA FÁBRICA DE CHOCOLATE'.

 Se cumplen 104 años del nacimiento de ROALD DAHL creador de 'Matilda' o 'Charlie y la fábrica de chocolate'.

Las lecturas nos permiten "viajar a lo largo del mundo" mientras estamos en "nuestra pequeña habitación", como se dice en 'Matilda'

“Dahl es probablemente el escritor de libros infantiles más importante del siglo XX y a los niños les encanta”

Alguien sumó los más de 100 millones de libros vendidos con la firma de Roald Dahl y calculó que equivaldrían a la gran pirámide de Giza. Pero, más allá de los números —en los que arrasa su fan J.K. Rowling, que podría rodear la Gran Muralla China con sus 300 millones de ejemplares— el escritor galés tiene el honor de reunir a distintas generaciones en torno a los mismos títulos sin que el tiempo haya hecho mella.

Pruebe a leer de nuevo alguno de los relatos de este gran contador de historias y se sorprenderá porque le gustarán tanto como entonces. ¿Quién no quiso los poderes mentales de Matilda? ¿O entrar en la colorida fábrica de Willy Wonka? ¿Qué crío no querría ahora repartir sueños con el gigante bonachón durante al menos una noche?

El padre de todos esos personajes nació hace un siglo y estos años nos animan a seguir sus pasos y a repasar un legado que ocupa kilómetros de estanterías e infinitos terabytes de imaginación. Finales inesperados y personajes traviesos y excéntricos, que cuestionan la autoridad, y adultos que la mayor parte de las veces son meros cretinos.

Porque, igual que la niña que aprovechaba las visitas de su madre al bingo para escapar a la biblioteca del pueblo, los libros nos transportan "a nuevos mundos y nos presentan a gente fantástica que vive vidas excitantes", como "Conrad", "Kipling" o "Hemingway". Las lecturas nos permiten "viajar a lo largo del mundo" mientras estamos sentados en "nuestra pequeña habitación", como la inteligente Matilda, la protagonista del libro al que pertenece la cita.

La pequeña habitación de Dahl, que falleció de leucemia en 1990 a los 74 años, era una cabaña de espacio muy reducido situada en el jardín de Gipsy House, su casa en Great Missenden (Buckhinghamshire), un pueblo a unos 40 kilómetros de Londres donde la familia vivió durante más de 40 años. The Hut, que así la llamaba, puede verse ahora tras un cristal en el Museo que hay en la localidad dedicada a su legado, donde además se ha construido una réplica para que los niños puedan tocar lo que les parezca y se sumerjan en un universo donde la creatividad es la norma.

"Dahl es probablemente el escritor de libros infantiles más importante del siglo XX y a los niños les encanta", explica Natalie Wallace, la responsable del departamento pedagógico del Museo Roald Dahl de Great Missenden, que también posee todo su archivo, incluidas las cartas que escribió a su madre desde los nueve años. "El Museo es muy interactivo y, aunque ya saben mucho del autor antes de venir, aquí ven cómo están unidos unos libros con otros y a ser creativos de la misma manera que Dahl lo fue. Eso es muy importante para nosotros".

En The Hut nacieron las criaturas más populares de Dahl, muchas veces inspiradas en la campiña inglesa que le rodeaba. De esa choza salieron, además de los ya mencionadas, el Superzorro —el Fantastic Mr. Fox de la película de Wes Anderson—, cuya casa estaba en un árbol centenario en las proximidades, o Danny, el campeón del mundo, que compartía con su padre la caravana gitana que en la vida real servía como cuarto de juegos de los hijos de Roald Dahl.

Es un espacio angosto y repleto de objetos —hay un pequeño avión que recuerda su paso por la RAF, decenas de papeles de chocolatinas que conforman una bola e infinidad de fotos— en el que trabajaba metódicamente de 10 a 12 por la mañana y de 4 a 6 por la tarde, porque estaba convencido de que la concentración se esfuma después de dos horas de tarea.

Relatos también para adultos

La narrativa para adultos de Roald Dahl comenzó mucho antes de la publicación de James y el melocotón gigante (1961), su primer libro infantil. Célebres son sus Relatos de lo inesperado, el libro que reúne sus textos cortos publicados en distintas revistas, siempre con giros extraños, misterio y algún tinte macabro. El autor también editó dos autobiografías, Boy, sobre su experiencia en el internado de Repton, y Volando solo, en el que habla de su periodo en África y su experiencia durante la Segunda Guerra Mundial. Su primer relato, publicado en el diario The Saturday Evening Post en 1942, fue la crónica de su accidente de avión en Libia. En EEUU, Dahl escribió el guión de la película de Bond Solo se vive dos veces (1967) y de Chitty Chitty Bang Bang (1968), ambas basadas en libros de su amigo Ian Fleming. Hitchcock se enamoró de sus relatos y colaboraron para convertirlos en episodios de Alfred Hitchcock presenta. El primero que adaptaron fue Cordero para la cena, en el que una mujer mata a su marido con una pierna de cordero congelada. Los policías que investigan el crimen terminan comiéndose el arma homicida.

Las aristas de Dahl

La fama de Dahl no era la de una persona fácil y sus personajes han sido criticados por su rebeldía y su lenguaje. Cuando Robert Gottlieb, que fue su editor, rompió relaciones, el resto de la editorial Knopf recibió la noticia con una ovación. Sturrock, su biógrafo, recuerda cómo su jefe en la BBC le deseó suerte en 1986 cuando propuso incluirle en un programa navideño. "¿Conoces su reputación?", le dijo el productor Nigel Williams. "Increíblemente gruñón y difícil. No aceptará". Dahl dio luz verde y Sturrock tuvo la oportunidad de visitar Gipsy House varias ocasiones más. Fue en 1983 cuando Dahl hizo las declaraciones más polémicas a la revista política News Stateman, por las que fue acusado de antisemita: "Hay un rasgo en el carácter judío que provoca animosidad. Quizás es su falta de generosidad con los que no son judíos". En su autobiografía Volando solo, narra un encuentro con un anciano refugiado judío en Palestina durante la guerra, que le habla de la necesidad de una patria, y dice de él que se "aferraba obstinadamente a sus ideas". En 2007, Google le dedicó un Doodle por su cumpleaños, que retiró antes de tiempo. Había recibido protestas porque coincidía con el primer día de una festividad judía.




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